Sala Jamboree. Barcelona
Del grupo que acompaña a Mengual en la grabación de “U” (BeByNe Records, 2013) aparecen en escena Pintxo Villar (saxofón tenor) y Oriol Roca (batería). El piano, a cargo de Toni Vaquer en el formato anterior, es sustituido ahora por la guitarra eléctrica de Dani Pérez. Un cambio que le imprime al cuarteto un sonido más duro, crudo y cerebral sin perder ese perfil “slow” de sonidos espaciados y climas introspectivos. Desde los primeros minutos del concierto, los músicos parecen estirar el tiempo con un estudiado juego de silencios y complicidades. La agrupación trenza sus líneas de sonido como si con su discurso cuestionase el ritmo desenfrenado de la vida actual y nos abriera una puerta a un mundo que se mueve a otro ritmo. Composiciones ya editadas en el álbum de la banda se enlazan con otras nuevas: Melassa, Masticando Arena, Lasaitu, La Tortuga, Marco Incomparable… Son alrededor de cincuenta minutos de buen jazz sin interrupciones en los que algunos solos juegan como puentes, encadenando un tema con otro. Hay una tensión contenida, oscura, en esos desplazamientos lentos del cuarteto que inclinan el peso de su discurso hacia un instrumento u otro, hasta que ya sobre el final, todo desemboca en un solo intenso y explosivo de Villar. El saxofonista parece arrojarse en una inmersión total explorando en el fondo de sí mismo. Tras ese clímax, el cuarteto nos deja abruptamente en un silencio que permanece suspendido unos instantes en el aire, hasta que en la sala irrumpen los aplausos. Al salir fuera, la vida continúa su ritmo acelerado en las ramblas. Quienes aún llevamos dentro la música del Slow Quartet la contemplamos con otros ojos.
Foto: David Mengual en la sala Jamboree de Barcelona. © Sergio Zeni