Diariofolk

Decir que la Bruja Salguero es actualmente una de las voces más personales y cultivadas de la música de raíz folklórica argentina no es ninguna novedad. Ya lo afirmamos aquí mismo hace unos meses, cuando comentamos su show compartido “Cancioneras”. Lo que sí resulta una novedad es esta serie de tres conciertos que la intérprete riojana está llevando a cabo en un reducto gastronómico-cultural ubicado en uno de los barrios más tangueros de Buenos Aires: el Abasto.
Porque el ciclo, que se denomina “Ensayo”, consiste precisamente en ofrecerle al público la posibilidad de participar en directo de la puesta a punto de las canciones que integrarán el próximo disco de la cantante, que comenzará a grabarse en junio. Una experiencia poco usual y casi inversa a lo que acostumbran hacer los músicos. Esto es, grabar el disco primero y salir a presentarlo después. Una apuesta no exenta de riesgo, pero con el beneficio para la audiencia de vivenciar la génesis de las canciones en el clima informal de un ensayo, incluyendo errores y correcciones, intercambio de opiniones, vueltas atrás. E incluso cambios de tonalidad en un mismo tema sobre los que se invita a opinar a los asistentes.
Todo lo cual no desmerece el profesionalismo de los numerosos músicos que comparten el escenario: siete de la banda estable -que combina la juventud de algunos con la experiencia de otros (como Colo Belmonte a la batería y Jorge Giuliano a la guitarra)- más los invitados, donde destacan Facundo Guevara y Jorge Cumbo, en percusión y quena respectivamente.
Pero las estrellas de la noche son, sin dudas, la simpatía de la Bruja y su voz privilegiada, capaz de ser dulce en Gajito de Luna, casi una canción de cuna de José Luis Aguirre; o desgarrada en la denuncia de El arrepentido, de León Gieco y Luis Gurevich; o en Grito santiagueño, la clásica chacarera de Raúl Carnota.
Tal vez lo más opinable sean los arreglos y la dirección de “Popi” Spatocco, un músico y productor cada vez más requerido desde que trabajó junto a la gran Mercedes Sosa. En pos de lograr una sonoridad más afín a los oídos del público joven, como la que transitan Los Nocheros o Soledad Pastorutti, por ejemplo, Spatocco tiende al exceso de instrumentos y corre el riesgo de lograr un producto refinado pero peligrosamente homogéneo, dejando en el camino lo que el folklore tiene de visceral y conmovedor. El músico y compositor Ramón Navarro, riojano como la Bruja y presente en la sala, lo expresó claramente cuando la cantante lo consultó sobre cuál de dos versiones de afinación de un tema le gustaba más: “Cualquiera” -dijo- “pero me gustaría escuchar más tu voz”.
“Mama naturaleza”, de Jacinto Piedra; “Cuando llueve por mi pueblo”, de Pancho Cabral; “Mi pueblo azul”, del mencionado Navarro; “Olor a Carnaval”, de Bruno Arias; “No sé qué tiene la chaya”, de Peteco Carabajal y la conmovedora “Tarumba”, de la actual Ministra de Cultura, Teresa Parodi; ya están pugnando por ganarse un lugar en el nuevo disco. Cabe esperar que estos “Ensayos” vayan ajustando estas composiciones y el séptimo disco de la Bruja Salguero vuelva a conformar a sus cada vez más numerosos seguidores.
 
Arreglos y dirección: Popi Spatocco.
Músicos: Jorge Giuliano, Colo Belmonte, Lucas Homer, Julieta Lizzoli, Sebastián Henríquez y Pablo Farhat.
Invitados: Jorge Cumbo, Facundo Guevara y Oscar Miranda.