Diariofolk

El proyecto, con más de cinco años de camino, bebe directamente del tándem Malikian-Egozcue, dos músicos sobresalientes. El sonido de la formación se presenta habitualmente como una mezcla de jazz y tango, pero esta definición nos parece demasiado simplificada. Su planteamiento es mucho más complejo, hay mucha música en cada una de las composiciones, diferentes tempos e intensidades en cada pieza y muchas lecturas diferentes.
El concierto comenzó con temas de Lejos, el primer disco grabado por el grupo, un trabajo preciosista imposible de conseguir en estos momentos salvo en formato digital. Fueron cayendo despues algunos de los mejores temas de su segundo trabajo, Con los ojos cerrados, como  la melancólica Saudade, Cuidado con el perro o Ser dos -que nos trajo efluvios del mejor Pat Metheny de los 90- o la arriesgada y vibrante Rumba, llena de aires cubanos y estructuras de jazz vanguardista, una música con el aliciente de ser difícil de etiquetar para que cada uno imagine lo que quiera. No faltaron a la cita temas tan carismáticos como Cupa o Manu y los aires cariocas de Brasil Sacrificado, todos ellos de nuevo de su primer disco.
El guitarrista Egozcue, compositor de todas las piezas del repertorio, solo deja escapar algunos atisbos de sonidos porteños en esta formación para correr por otros derroteros, mientras Malikian pone su estilo en el violín, a veces muy lírico y sentido, otras veces endiablado y avasallador, pero siempre con pinceladas gitanas, judías y orientales. El violinista es un artista completo con un gran sentido del humor y una incontenible verborrea que hace las delicias del público.
El proyecto se hace aún más grande gracias a Moises Sánchez, el pianista con más swing de la escena jazzística española, una bestia escondida que se mantiene en segundo plano durante gran parte del concierto y que emerge con fuerza en los momentos oportunos, como en la brillante introducción de Cuidado con el perro.
Así, entre la magia de la música y las acertadas y jocosas presentaciones de Malikian, el tiempo se fue volando, aunque todavía faltaba la guinda del pastel: un sentido Viejos Aires, ahora sí, repleto de tango por los cuatro costados.
El quinteto garantiza en cada actuación un rato de buena música y sonrisas que, por suerte, repiten a menudo en el mismo escenario madrileño. ¿Todavía no los has visto? Un concierto sobresaliente.
 Músicos:
Ara Malikian: violín
Fernando Egozcue: guitarra y composición
Moisés Sánchez: piano
Miguel Rodrigáñez: contrabajo
Martín Bruhn: percusión