Diariofolk

El gran momento del blues en la Argentina parece haber pasado. La música de raíz afroamericana por excelencia discurre actualmente por circuitos más bien subterráneos, pero sigue convocando a un público importante, tan fiel y conocedor como heterogéneo.
La segunda visita a Buenos Aires de un guitarrista con los antecedentes de John Primer no podía pasar desapercibida para este particular colectivo. Blasones como haber tocado con monstruos del género como Junior Wells, Willie Dixon, Buddy Guy y Magic Slim -por mencionar sólo algunos-; haber integrado la banda del legendario Muddy Waters durante cuatro largos años; cargar con 14 discos en solitario en sus maletas y un buen número de premios y nominaciones eran incentivos más que suficientes como para acercarse a La Trastienda Club, aprovechando una noche inusualmente cálida para esta época del año en Buenos Aires. Y el show de Primer hizo subir aún más la temperatura.
Con una sólida banda de músicos locales -en la que la armónica de César Valdomir pareció por momentos disputarle el protagonismo a la guitarra de Primer- el músico nacido en Camden, Mississippi, brindó un concierto extenso, caliente y vibrante. Sin excesivos malabares en las cuerdas, pero compacto y sin fisuras.
Lo de Primer, quedó demostrado, no es la vanguardia ni el exhibicionismo, sino el blues eléctrico químicamente puro, ese que supo tocar en los principales clubes de Chicago y al que rindió un honesto homenaje en su última placa, Blues on solid ground, de 2012. Primer toca las notas que hay que tocar, logra un sonido profundo y a veces lacerante y sabe cómo colocar una voz modesta pero afinada y bien entrenada en su metier. Con estas armas, a las que suma una proverbial simpatía, supo ganarse a un público entendido, animándolo a corear sus estribillos e incluso a bailar en los pasillos del local.
¿Going back to Mississippi? ¿If you love me like you say? Difícil elegir un tema por sobre otro en un show parejo y sin altibajos. Quizás se echó en falta el prometido set acústico que el músico había anunciado en una entrevista previa a su visita. Pero el inconfundible riff de Hoochie Coochie Man cerrando la noche -ese clásico inmortal escrito por Willie Dixon y popularizado por Muddy Waters- terminó por dejar conformes a todos.
“Yo quería ser Muddy Waters”, dicen que decía John Primer. Como no se puede ser otra persona, no pudo lograrlo. Pero que sea John Primer es más que suficiente.
John Primer, guitarras y voz.
César Valdomir, armónica.
Nacho Botaro, teclados.
Mauro Diana, bajo.
Walter Loscocco, batería.
 
Foto: Fernando Marinelli