Diariofolk

Mara Aranda es una de las grandes cantantes del Mediterráneo, con más de 20 años de carrera a sus espaldas, que forma parte de las mejores propuestas musicales y se encuentra por derecho propio a la altura de nombres tan importantes, cada uno en su estilo, como Elena Ledda, Sabina Yannatou o María del Mar Bonet, por citar solo a tres cantantes indispensables.
Una de las facetas en las que Aranda es una figura indiscutible es la música sefardí. Formaciones como Aman Aman, Al Andaluz Project y ahora el Ensemble Pelegrí han ido forjando ese importante conocimiento que Mara Aranda atesora sobre toda la tradición judeo española y que nos ofrece en este Sephardic Legacy, su penúltimo disco hasta la fecha.
Para que esta entrega de Mara Aranda se haya convertido en el trabajo sobresaliente que es, la cantante ha sabido rodearse de figuras tan importantes dentro de la música tradicional y antigua como Eduard Navarro, Joansa Maravilla y Jota Martínez. El currículo de cada uno de estos músicos daría para llenar varias páginas y han formado parte de grupos como Aljub, Solatge o Balbarda. A ellos se debe la exquisita unión conseguida entre las músicas medievales, orientales y mediterráneas.
El disco está basado en un proyecto de investigación dirigido por Jota Martínez y la propia Mara Aranda, para el que se han recogido las formas de cantar que han pervivido hasta hoy directamente de los descendientes de aquellos judíos expulsados y residentes en Creta, Salónica o Turquía. Las canciones narran la vida cotidiana, las fiestas, las bodas, los nacimientos o las pérdidas de seres queridos y que no por conocidas dejan de emocionarnos.
El repertorio elegido es un acierto, una selección de piezas  emocionantes y llenas de belleza entre las que destaca la instrumental Buzimis, de claras influencias búlgaras y turcas, y las canciones que cierran el disco: Morenica, preciosa versión recogida en Salónica, con las colaboraciones de David Mayoral (zarb iraní, udu), Aziz Sansaoui (quanún) y Andrés Belmonte (ney), y Nani Nani, canción de cuna búlgara que en la interpretación de Mara Aranda, solo acompañada por la zanfona de Jota Martínez, pone los pelos de punta.
Un trabajo que mantiene el nivel excepcional al que Mara Aranda nos tiene acostumbrados cada vez que se mete en un estudio, desde los tiempos de L’Ham de Foc.