Diariofolk

¿Qué lleva hoy a un grupo de jóvenes argentinos a rescatar las canciones de un acontecimiento tan ajeno y remoto para ellos como la Guerra Civil Española?

Nadie duda, a esta altura, de la universalidad de esos cantos de lucha y resistencia: grupos libertarios de todo el mundo los han hecho suyos y siguen manteniendo vivo su fuego. Cierto es también que no es la primera vez que esas canciones son revisitadas por estas latitudes. Ya el chileno Víctor Jara y sus compatriotas de Quilapayún (por citar apenas dos ejemplos) las habían hecho suyas. Pero eran otros tiempos. Los ´60 fueron años convulsos en América Latina, mientras que ahora soplan vientos muy distintos en el continente. La intención de armar un discurso musical a partir de acontecimientos ocurridos hace 80 años podría parecer entonces un gesto un tanto obsoleto, tal vez atribuible a esnobismo o principios ideológicos. Que estos jóvenes hayan oído estas canciones de sus padres y abuelos no alcanza como explicación.

Sin embargo, el trabajo que el Club Artístico Libertad realizó para plasmar Rojo y Negro, su demorado álbum debut basado en canciones republicanas de la Guerra Civil Española y de la resistencia al franquismo resulta mucho más que una curiosidad, y se erige en un hecho artístico y político de imponente actualidad.

El Club Artístico Libertad no es una banda en el sentido corriente, sino un colectivo artístico de funcionamiento independiente, horizontal y autogestionado. En su seno conviven personajes tan disímiles como un profesor de filosofía, un abogado, un estudiante de arquitectura, un diseñador de imagen y sonido y un profesor de música, a los que se suman técnicos y artistas visuales, que eligieron darse la organización y la dinámica de un club. Es decir, un sitio al cual uno puede asociarse y no concurrir nunca, ir todos los días o elegir una actividad en particular y comprometerse con ella.

Desde su creación en el año 2009, el colectivo viene trabajando sobre un repertorio de canciones republicanas de la Guerra Civil Española y a través de un intenso y profundo trabajo de investigación sobre archivos musicales, documentales y audiovisuales de esa época han logrado plasmarlo en ésta, su primera placa, casi siete años después de presentarlo por primera vez, con “muchísimo esfuerzo y una pésima organización” –como ellos mismos explican con humor en el prólogo del disco– “y sin que la dilación dé cuenta de un perfeccionamiento ni de una madurez”.

Rojo y Negro. Canciones Republicanas de la Guerra Civil Española y de la resistencia al franquismo nos acerca un fresco sonoro remozado de canciones republicanas de esa contienda, y de la posterior resistencia al franquismo, incluyendo hitos aún posteriores a la misma, como A las barricadas y Paloma. Los integrantes del Club Artístico Libertad no se limitan a transcribirlas y cantarlas en su formato original, sino que realizan sobre ellas un trabajo orquestal creativo, audaz, que busca insuflarles nueva vida para traerlas nuevamente al presente, pero fieles al espíritu con que fueron creadas y cantadas. Con ese propósito no dudan en recurrir a diversos ritmos de diferentes partes del mundo. Así, por ejemplo, sones de cumbia se apoderan de Sin pan; una atmósfera de blues campea en la versión de La Internacional; el rock y el tango se cuelan en A las barricadas; la introducción de Balada para un loco, de Ástor Piazzolla, prologa El Quinto Regimiento y el latido del ska invita a saltar en Paloma.

La inclusión de fragmentos de discursos de distintas personalidades de aquella época, de los dos bandos en pugna, y una pequeña reseña sobre el origen y la procedencia de cada tema en el sobre del disco ponen el material en su contexto histórico, completando un lienzo de canciones que nos interpelan desde el pasado obligándonos a dialogar con ellas desde el presente.

Como bien señalan en el CD los integrantes de CAL, “esta obra bebe del acervo del pasado pero es hija de este tiempo, no de aquel. Besamos la memoria pero con la memoria no alcanza. Por eso nunca, pero nunca, nunca bebimos en nuestra tarea del veneno de la nostalgia o la melancolía. Es por eso que hoy, con plenitud y alegría verdadera, esta obra dice en rebeldía política y material: ¡Presente!”.

Club Artístico Libertad está integrado por: Damián Casaubon (guitarra y voz), Alexander Covalschi (guitarra), Carlos Sculli (bajo), Damián De Genaro (bandoneón, saxo y armónica), Facundo De Genaro (batería y percusión), Ignacio D’Aguila Urtubey (piano), Juan Manuel Arias (saxos), Paz Mariaru (violín y coros), Matías Yohai (piano), Federico Niño (gaita y tormpeta), Santiago Carbia (percusión), Marcelo Carreras (cello), Mariano López (trombón), Mauro Chiappari (saxo), Rocío Britos (percusiones y coros) y Nahuel Tamargo Gandía (guitarra).