Quedate conmigo
Lo Suyo / Karonte 2013
Llegan vientos del Sur cada vez que se escucha a Javier Ruibal. Olas de mar y de amor en cada canción con la contagiosa alegría que destilan sus letras. Y este último disco, Quédate conmigo, no lo es menos, aunque se deslice alguna de crítica y cabreo cuando se trata de tocarle su playa de Valdevaqueros en Los mares del Surf, un canto indignado a la especulación de los ricos turistas extranjeros que atracan en el litoral gracias a los políticos que atracan a los del litoral.
Pero sobre todo hay mucho amor, en cualquier lugar y de cualquier forma. Once de Abril es una dulce y bella canción con la que se abre el disco; Baila Lucía es una hermosa balada paternal a su hija, incipiente bailaora que le acompaña con su zapateao en varios cortes del disco; mientras que el Cine Macario, con la voz de Tomasito, recuerda al cine de su adolescencia y a los días de amor (más bien sexo) urgente.
Ruibal puede cantar al Budha granaíno que quería ser ferroviario (Mi pequeño Budha) o a los maltratados niños africanos (El niño del Serengueti) con igual dulzura. No tiene la misma condescendencia con un amigo que luchó por los parias de la tierra cuando era joven y fumaba canutos y ahora es un político “imputado” por negocios turbios (Los huérfanos de la Pensión Triana). Siempre su adorada Pensión Triana.
Su música es un regocijo de bulerías, blues, rock y sones del Caribe. Y es que además, para este disco, se ha rodeado de una excelente banda de jóvenes músicos entre los que destaca José Recacha, guitarrista y arreglista de las canciones, todas escritas y musicadas por el gaditano. Y para que todos estén en familia, su hijo Javi Ruibal, percusión y batería, es el productor de este trabajo.
Llega la luz del sol cada vez que se escucha a Ruibal. Sí, nos quedamos contigo, maestro.