Diariofolk

A raíz de un feliz encuentro en Estados Unidos, la valenciana formación de vientos Spanish Brass y el pianista gaditano Chano Domínguez decidieron probar suerte juntos y llevar a cabo la grabación de un disco. El resultado ha sido este Puro de Oliva, cuyo título evoca a una denominación de origen que no engaña a nadie.

Tanto el grupo como el solista son gatos viejos que han medido sus fuerzas en todo tipo de ruedos y escenarios. El quinteto compuesto por dos trompetas, una trompa, un trombón y una tuba, con una trentena de años de existencia, ha ido saltando de la música clásica a la contemporánea sin ninguna dificultad y ha llegado a trabajar con corales, bandas y hasta con artistas de música folk. Por su parte, Chano no ha dejado de cruzar los puentes que unen el jazz con el flamenco y con los ritmos caribeños, además de muchos otros trabajos. Y todo ello se trasluce en este CD, en el que ambos nombres se asocian sin ningún problema en una empresa conjunta que tiene una tercera pata: el percusionista José Manuel Ruiz Motos “Bandolero”, que aporta su cajón en diversos temas.

El repertorio de esta producción es obra de Domínguez y se mueve principalmente en torno a diversos palos flamencos, como los tangos y las bulerías, con temas entre los que destaca la suite De Cadi a New Orlans, sin olvidar un blues de largo desarrollo -Never Settle for the oyster light- y una rumba de acento cubano dedicada al desaparecido Jerry Gonzalez.

En conjunto, Puro de Oliva es un disco original, diferente, incluso arriesgado, y de una calidad incontestable, que confirma y acrecienta el prestigio de Spanish Brass y Chano Domínguez a una altura internacional, pero que, como ocurre tantas otras veces, tal situación no se verá compensada con el reconocimiento que esta obra merece, precisamente en el contexto de este gran productor olivarero que es su propio país.