Pura vida (Banda sonora)
Galileo MC 2019
Misia es una fadista irreductible y maravillosamente independiente. Así lo demuestra en este disco, que hace el número catorce en su discografía, publicado en Junio del año pasado. Una nueva propuesta en la que presenta una formación distinta, atrevida y contundente: voz, piano, clarinete, violín, guitarra portuguesa y guitarra eléctrica. El músico napolitano Fabrizio Romano coproduce el disco y es también el director musical y responsable de casi todos los arreglos. Cuenta con destacadas colaboraciones como la del fadista Ricardo Ribeiro y el argentino Daniel Melingo.
Pura vida es un trabajo profundamente introspectivo y muy reflexivo. Lo explica la portuguesa en la nota de prensa: “Después de vivir dos años que, por las peores razones, representó un proceso de aprendizaje especial de importancia decisiva, sigo siendo la misma, aunque diferente. Todo ha cambiado, especialmente mi trabajo, en el que no hay fronteras. Esta es la banda sonora de ese período en el que hay cielo e infierno, dureza y pasión. Fados de amargo deseo, canciones de corazón y hueso, rosas negras, ausencia, lágrimas y renacimiento. La guitarra portuguesa es el cielo y la guitarra eléctrica el infierno. La sensación de tragedia se transmite a través de la guitarra eléctrica”
Canta en castellano Corazón y hueso con Daniel Melingo. En Lágrima reconstruye el famoso fado de Amalia Rodrigues con la colaboración de Refree y su particular guitarra desgarrada, como desgarradora y conmovedora es esta versión. Escrevo na pele es una preciosa combinación de fado y tango. Y en Pasión, composición de Rodrigo Leao, nuevamente Misia canta en castellano, acompañada por la guitarra eléctrica de Claudio Romano y la voz de Ricardo Ribeiro.
Y es que efectivamente no es un disco solo de música portuguesa, como por otra parte nos tiene acostumbrados, tan presente en su música, pero con una variedad de registros e instrumentación tan alejada del fado que trasciende hacia nuevos paisajes sonoros, donde la inconsolable tristeza está adherida a cada nota musical, a cada pliegue de la piel de Misia, una fadista radicalmente independiente.