Peregrinação
Ondeia 2017
El viaje musical de la cantante de Montijo avanza en la dirección opuesta a la de muchos otros artistas que se apartan de la música tradicional y se encuentran atrapados en el laberinto de la música pop.
Aun así, se nos hace difícil considerar a Pontes como una cantante tradicional, incluso en comparación con las jóvenes cantantes de fado -Ana Moura, Mariza o Cristina Branco-, mucho más enlazadas con el género que hizo famoso Amalia Rodrigues.
Pero en el caso del doble disco Peregrinação, y más concretamente a lo largo del primer disco llamado Nudez, el más claramente portugués, el espíritu de Amalia impregna gran parte del trabajo. Encontramos en él una relectura de Grito y Alfama, del repertorio clásico de la fadista, y otra del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, como ya hiciera Rodrigues. Un hermoso recorrido interesante y variado por la tradición lisboeta, donde también encontramos textos de Fernando Pessoa y Gaston Neves, composiciones originales y una versión de la inmortal Grândola, Vila Morena de José Afonso.
El segundo disco que conforma la obra, llamado Puertos de Abrigo, está cantado en español y contiene homenajes a García Lorca, el tango de Gardel y Piazzolla, e incluso una interpretación de Asturias, la obra maestra de Albéniz, una canción compuesta originalmente para piano y que se ha convertido en imprescindible en el repertorio de cualquier guitarrista clásico. Hay también una versión de La Bohème de Charles Aznavour, así como dos versiones de dos famosas canciones de Ariel Ramirez: Alfonsina y el mar y La peregrinación.
Dulce Pontes se muestra como una intérprete de musicalidad extraordinaria y también excelente pianista, pero este segundo disco no llega a la altura del primero. Se trata de dos trabajos muy diversos en el mismo lanzamiento, que quizá se podrían haber lanzado por separado de manera más coherente.