Diariofolk

Se diría que Jaume Sisa nos ha dejado un testamento con la forma de un disco que, cabe suponer, puede ser el último de su larga carrera, ya que coincidiendo con su aparición también anunció que no volvería a los escenarios. Una pena.

Sea como sea, nos queda este Malalts del cel (Enfermos del cielo), una obra de lenta confección y  dilatada digestión, que cuenta con 19 composiciones propias con las que el cantautor del barrio barcelonés del Poble Sec se despide entonando un registro nostálgico, lo cual no es ninguna novedad en su repertorio, en el que predomina el ambiente musical de añeja orquestina de entoldado de fiesta mayor, con algunos toques de instrumentos de juguete, todo ello vestido con una letras que con ese anarco/surrealismo o surreal/anarquismo que ya es imperecedera marca de la casa nos retrotraen a unas aspiraciones fracasadas y otras misiones incumplidas, o casi.

Así, la canción que abre y da nombre al CD habla de una pandilla de almas huérfanas que en los años setenta viajó a la utópica arcadia. Pero la resolución de esta aventura no la conoceremos hasta llegar al tema 17, La moral al manicomi, en la que su autor e intérprete nos confiesa. “Jo em pensava que érem molts i molts/al camí de la imaginació./Jo volia llum de lluna i sol/a la casa on cabríem tots” (“Yo me pensaba que éramos muchos y muchos/en el camino de la imaginación./Yo quería luz de luna y sol/en la casa donde cabríamos todos”). Y de eso nada. Es como si se cerraran las puertas que se abrieron con aquel himno generacional que fue Qualsevol nit pot sortir el sol (Cualquier noche puede salir el sol), que nos decía “casa meva és casa vostra/si és que hi ha cases d’algú” (“mi casa es vuestra casa/si es que hay casas de alguien”).

Curiosamente -o no- acompañan a Sisa en este viaje al reconocimiento de los sueños frustrados algunos de los músicos que ya intervinieron en sus primeros discos, como Dolors Palau (voz), Xavier Riba (violín) o Quino Béjar (percusión) y el grupo Melodrama. Por su parte, el pianista Gregori Ferrer se hace cargo de sus cuidados arreglos. Y un selecto coro completa el elenco, presentando un puñado de destacadísimas voces de la escena catalana de hoy y de siempre: Anna Roig, Pau Riba, Marina Rossell, Roger Mas, David Carabén (de Mishima) y Selene (del mítico grupo Música Dispersa).