Diariofolk

José María Climent es uno de nuestros más ilustres músicos de folk, veterano de la época de oro de la música de raíz. Con solo mencionar que fue miembro fundador de La Musgaña, sobran más palabras.

En el último lustro, su retorno a los estudios de grabación nos ha traído Mirando nubes y Luciérnagas (Pirilampos), dos excelentes trabajos que además han permitido a Climent ir dando forma al grupo Luciérnagas, con el que ahora nos presenta Confines, su nueva grabación.

Luciérnagas está formado por el propio José Climent, que toca violín, gaita, cornamusa y bajo eléctrico; Rocío Garde, acordeón, bouzouki y guitarra acústica; Pilar López Ballarín, instrumentos de percusión, y Héctor López Bernardo, percusión y clarinete. Todos ellos aportan además la voz a las canciones, con un excelente resultado que se  convierte en una de las características más destacables de Confines.

En el disco encontramos sobre todo melodías castellanas junto a otras vascas y europeas, canciones que entremezclan composiciones tradicionales (rondas, seguidillas, corridos, mayos o jotas) junto a composiciones propias en perfecta armonía.

Como ya hemos mencionado, las voces se han convertido en Confines en una parte destacable de su sonido, algo que podemos corroborar escuchando Los carboneros, una pieza corta a capella donde las distintas voces se van sumando en una muy bella interpretación. Algo similar podemos decir de Rosa de Alejandría, un canto de trabajo tradicional de León, también cantado a capella por Pilar López Ballarin como voz principal, canción que sin solución de continuidad se prolonga con Rosa de Aravaca, una composición de Climent y Rocío Garde en homenaje al barrio de Madrid de donde procede el grupo.

De esta manera, entre canciones tradicionales y nuevas composiciones, se va conformando esta brillante y emocionante obra musical, creada en parte durante el confinamiento, como refleja el doble sentido de su título. Posiblemente lo único bueno que nos ha traído la terrible pandemia sea la creatividad de artistas como Luciérnagas.