Diariofolk

Xabier Díaz, uno de los músicos más influyentes del panorama gallego actual, regresa con un nuevo trabajo en solitario titulado Levantarse e Caer. Este disco es un profundo viaje sonoro que explora el autoconocimiento y la importancia de las experiencias infantiles en la construcción adulta. A través de una mezcla de sonidos tradicionales gallegos, música melódica y canciones de cuna, Díaz nos ofrece un trabajo destacablemente íntimo una de las facetas más destacadas del coruñés, la de cantautor. Una vertiente artística que ya ha explorado muy acertadamente junto Guadi Galego, otra voz tan capital como la suya con ese mágico grupo de nombre Acadacanto.

El álbum se destaca por su capacidad para evocar recuerdos de la infancia y conectar estos con la perspectiva adulta, invitándonos a reflexionar sobre los impactos que las vivencias tempranas tienen en nuestra vida. Canciones de una profunda belleza y sinceridad como Levantarse e caer y María e a curuxa.

El disco gira en torno a las nanas y canciones de infancia, pero no está pensado para niños, ni mucho menos, sino para todos aquellos que buscan una conexión más profunda, no sin una gran carga de melancolía, con su propio pasado.

Con una producción sobresaliente a cargo de Josete Ordóñez, para este trabajo Díaz se rodeado de excelentes músicos como Aleix Tobías, Guillem Aguilar o el propio Ordoñez (columna vertebral de la banda de Eliseo Parra) Germán Díaz o Pedro Pascual, para las voces le acompaña Antía Muiño, ese deslumbrante descubrimiento de la ingente cantera artística gallega.

El repertorio del disco es de la autoría de Díaz, salvo tres pequeñas joyas Cançao de ninar de la portuguesa Sara leite, Regalitos del argentino Juan Quintero y la deliciosa Luchin de Víctor Jara.

Levantarse e Caer es un testimonio de la maestría de Xabier Díaz para tejer historias personales y universales a través de su arte. En tiempos de incertidumbre este álbum se convierte así en un regalo emocional, una brisa de luz y sensibilidad que invita a la reflexión y al reencuentro con uno mismo. Un álbum que no solo se escucha, sino que se siente y se vive.