La Güelga
EveryGoodSong 2012
La Güelga es el primer disco en solitario del cantante del grupo mierense TrueQuedart, Imanol Núñez. Editado por el sello EveyGoodSong, ha contando con un elenco de excepcionales músicos asturianos. Michael Lee Wolfe, además de su magisterio con guitarra y mandolina, ha llevado el peso de la producción artística y musical. Junto a él, una prestigiosa acordeonista como es María Álvarez (Maraya Zydeco), Miguel Herrero, en el bajo, batería y trompeta, y José Ramón Feito al piano y la guitarra chacarera. Los coros han corrido a cargo de las voces femeninas de la Asturiana Mining Company: Gema Fernández, Puri Penín y Silvia Fernández, además del propio Lee Wolfe, Tino Cuesta y Miguel Ángel Fernández.
Trece canciones contiene este disco que son memoria histórica, patrimonio del movimiento obrero, que Imanol Núñez canta en su lengua materna, la misma en que le llegaron de la tradición oral las canciones de la tierra, esas que en un tiempo de la historia sólo se susurraban al refugio del hogar, las que se ahogaban en las gargantas cuando los ejecutores de la represión rondaban cerca, Si les rexes de la cárcel, Al olivo, Cuatro cosines d’amor. Las que recuerdan a nuestra gente, a nuestros héroes, los que no figuran en los libros de texto, pero viven en cada puño solidario, que se alza para cambiar la historia, Aida de la Fuente, Al puebliquín de la Frecha.
La temática minera no podía faltar en un disco de un hijo de la cuenca minera asturiana con Hay una lumbre en Asturias, la conocida canción de Chicho Sánchez Ferlosio que, lejos de caer en el olvido, este último año ha recobrado por derecho propio su condición de himno de la lucha minera. A la güelga y Dicen que la patria ye son las otras piezas que Chicho aporta a este CD.
Dos mitos del folk song americano están presentes con dos emotivos temas: La despedida del mineru, del inmortal Woody Guthrie, y Raza de colores, del genial Pete Seeger, dos canciones patrimonio de la humanidad, al igual que Bella Ciao, himno antifascista universal con el que Imanol Núñez abre el disco.
De bien nacidos por aquello de ser agradecidos es reconocer la aportación de una letrista y arreglista de envergadura como es Macu González, que junto al homenaje a Juan Muñiz Zapico (Al puebliquín de la frecha), nos aporta una curiosa y singular España yá nun ye España. Macu González, autora de la canción de La Asturiana Mining Company que durante 2012 nos cargó las ilusiones y nos representó en Liet Internacional, Si nun conoces Val.louta, reafirma de nuevo en este trabajo con sus versiones y composiciones que Asturias está allí donde una asturiana la lleva en el corazón.
Xulio Ramos, músico y miembro del surdimiento que firma algunas de las versiones de la tradición oral que aparecen en este disco, y el desaparecido escritor y dramaturgo Nel Amaro, que recogió en el Valle de Turón algunas de las canciones de este trabajo, son dos nombres que no quiero dejar de evocar en esta reseña musical que habla sobre todo de memoria, esa facultad a veces tan liviana, cuando no corrompida o secuestrada, que tiene el ser humano de recordar, sobre todo para no volver a cometer los mismos errores. Con esos mimbres del ayer que viven en nuestros recuerdos, Imanol Núñez ha construido la banda sonora de las luchas de este tiempo. Lo ha hecho desde el mayor respeto al alma que vive en esas canciones, arropado por un magnífico grupo de músicos y una espléndida producción que han elaborado un producto rico en ritmos, cargado de matices sonoros, que renueva y actualiza unos textos que son patrimonio de los trabajadores, de los oprimidos, de los excluidos, de los represaliados, pero sobre todo de los que no se conforman con que en este mundo unos pocos roben lo que es de todos.
En el libreto del disco Imanol Núñez da las gracias a todos a los que sin armas consiguieron allanar el camino a los obreros, a la gente del pueblo. Herencia que no hemos sabido conservar, ebrios de capitalismo, y por ello es tan importante la recuperación de la memoria que nos ofrece La Güelga. Gracias, Imanol, por este disco que va directo al corazón.
“Juanín el de comisones
Juanín de la nuestra tierra
arrebántente la vida
pero la memoria queda”.