Diariofolk

Aparentemente, estas dos mujeres no tenían porqué coincidir en el plano artístico. Belén Cabanes es una reputada concertista de castañuelas, coreógrafa y bailarina. Elisabet Raspall es una consagrada compositora y pianista de jazz. O sea, nada que ver. Pero las apariencias engañan, y más si hablamos de dos personas a las que por lo menos une un motivo común: ambas son de la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú y sus destinos se tenían que cruzar más pronto o más tarde. Tal vez la dichosa pandemia ayudó a que ese encuentro se llevara a cabo, ya que empezaron a trabajar juntas en 2020, en pleno caos. Y tres años después ese encuentro ha dado un fruto, el disco Jazztanyoles,

No creo que se hayan producido muchos experimentos como el que podemos escuchar en este cedé, y menos que la prueba haya sido tan satisfactoria, porque la conjunción entre unas teclas de marcado sabor jazzístico, en su vertiente más pausada, atemporal y próxima, con unas castañuelas contemporáneas que sin rechazar el flamenco se abren a otros universos musicales -sin olvidar el buen quehacer del zapateado- da unos resultados tan sobresalientes que, sin duda, las primereas sorprendidas por el resultado de esta creación han sido sus propias protagonistas.

Jazztanyoles es algo más, mucho más que una curiosidad, que un exotismo; es un ejemplo de cómo dos artistas pertenecientes a disciplinas tan supuestamente alejadas pueden combinarse a la perfección si se dan cita en un terreno apto para desarrollar conjuntamente sus habilidades, por muy distantes que estas sean. Sólo es cuestión de talento, una cualidad que está al alcance de muy pocos.