In-quietud
Autoedición 2019
Ya en 2016 Juan José Robles nos sorprendió con Tiempo de espera, un excepcional primer trabajo en solitario. Tres años después y con esos antecedentes, la reciente publicación de su nuevo disco, más que sorpresa, produce una gran admiración.
In-quietud es la continuación lógica de Tiempo de espera, una colección de melodías extraídas de los instrumentos con los que el murciano trabaja desde siempre (mandolina, laúd, octavilla, bouzouki, guitarras y guitarros), pero es también una evolución, un paso más en la expresión musical tan personal y emocional de este experimentado músico.
Las composiciones propias, que integran el disco casi en su totalidad, enganchan al oyente desde las primeras notas y lo llevan por paisajes sonoros nuevos, donde no dejan de resonar matices conocidos y ya interiorizados. Porque la música de Robles es nueva, difícil de definir e imposible de etiquetar, pero conserva los rasgos del folclore que lo ha visto crecer. No olvida el músico sus orígenes e incluye en su trabajo dos personales recreaciones de la tradición del sureste ibérico: una malagueña de la zona de Aledo y un canto de Auroros de la Huerta murciana.
La música de Juan José Robles no tiene parangón en España, pero encontramos un antecedente conocido en la obra del portugués Julio Pereira, cuando la electrónica aún no había invadido sus arreglos y las cuerdas -de sonidos tan parecidos a las que toca Robles- se expresaban en toda su plenitud. En el caso de Robles, esa plenitud se muestra en nuevas composiciones como El árbol torcido, Polka ibérica o La nana chica.
Para esta ocasión, Robles se ha rodeado de excelentes músicos como Enrique González y Óscar Esteban en las percusiones, Pablo Orenes al contrabajo, José Antonio Herrera y Constantino López a las guitarras (este último además productor del disco), el dulzainero Tóbal Rentero, Andrés Santos al clarinete, Mari Carmen Cayuela aportando la voz y su compañera de tantas aventuras musicales, Carmen María Martínez Salazar, con las postizas. Pero además ha contado con colaboraciones tan interesantes como la voz de Carles Dénia en Malagueña de Aledo, Diego Galaz y Jorge Arribas en Polka Ibérica y Efrén López con la zanfona en Geosmina.
In-quietud es la segunda perla que nos regala Juan José Robles en tres años y si este país fuera justo y cuidara a sus artistas, estaría sonando en las emisoras musicales sin parar. Mientras ese momento llega, disfrutemos del privilegio de poder escuchar estas escasas joyas musicales.
Posiblemente, uno de los mejores discos que han deleitado mis oidos este año. Desde su tierra, Alhama de Murcia, un gran abrazo a esta gran persona que es Juan José Robles!!
He descubierto esta gran disco de Juan José Robles recientemente, lo conocía de su trabajo con Mujeres con raiz, este In-quietudes es un trabajo espléndido donde se mezclan emociones, sensibilidad, cultura de la tierra y sobre todo una magnífica técnica y calidad musical, muchas gracias por darme esperanzas de futuro para la cultura de mi tierra