Diariofolk

La penúltima aventura del incombustible Jaume Arnella ha consistido en asociarse con una coral femenina, el Cor Sarabanda de la Garriga (Vallès Oriental), fundado en 2005 y dirigido por Mariona Castelar. Y juntos han grabado este disco, que el veterano romancero se ha autoeditado, como ya viene haciendo desde hace tiempo con sus trabajos.

…i que canten primavera es el fruto de una colaboración inesperada entre un artista que lleva años actuando en solitario con su voz y su guitarra y una masa polifónica de más de veinte mujeres, y el resultado sólo puede ser calificado de sorprendente, ya que no se ha tratado de realizar una sencilla suma entre una canciones y unas voces, sino que los efectos de la operación han dado como resultado una multiplicación que ha redundado en las posibilidades de este conjunto de composiciones, ampliando su paleta de colores y dándoles una nueva y esperanzadora vida.

El repertorio se basa mayoritariamente en la amplísima obra del fundador del Grup de Folk, con piezas antiguas suyas que han vuelto a recobrar una rabiosa actualidad, como Sé que venen pels camins o Per les terres del’Alt Camp. También hay canciones que tratan directamente cuestiones relativas al feminismo y a la violencia de género, como El dissabte a la nit, Ai pepa dormidora o Noies que en festegeu. La poesía está presente mediante las adaptaciones del persa Ommar Kayyam (la magnífica Xala i beu sense brida) i Cinto Verdaguer (La fada de Roses). Y finalmente hay temas de la pedagoga Narcisa Freixas y de la propia directora del coro. Pero el colofón del disco lo pone un romance ya clásico en la obra de Arnella sobre el bombardeo que la capital vallesana de Granollers sufrió durante la Guerra Civil, no tan conocida pero que en muchos aspectos fue similar a la tragedia de Gernika: los aviones italianos mataron a 224 personas.