Diariofolk

Ironía y mala leche es lo que pedimos a los cantautores en estos tiempos salvajes, que den un paso al frente y que nos vuelvan a traer la poesía, como arma cargada de futuro. Nosotros comemos por usted es el título de la canción que abre El mensajero del viento, segundo disco del joven cantautor Jorge Castro, un tema cargado de ironía y un puntito de mala leche, con un precioso violín de aires manouche.
Jorge Castro es un cantautor nacido y afincado en Madrid. Influido -quizás demasiado- por Joan Manuel Serrat e Ismael Serrano, grabó su primer disco ¿Quién eres tú? en 2009, cargado de mundos imaginarios, calidad musical y sensibilidad poética. Para este segundo trabajo ha contado con los mismos ingredientes y con la compañía de artistas de la talla de Antonio Toledo, que ha tocado guitarra, bouzouki, bajo y hasta percusiones, y Javier Bergia, que pone su inconfundible voz en El aprendiz de loco, una de las canciones más bonitas del disco.
Arreglos minimalistas e intimistas como en El viento en enero, sonido de ranchera para Aquella que me quiera y acordes bluseros en la mencionada El siglo que viene, hacen de El mensajero del viento un disco esperanzador en el que las composiciones suenan sencillas y sinceras. Un trabajo muy interesante de un cantautor con mucho futuro en cuanto evite ciertos tics que, aunque pudiera parecer lo contrario, suponen un lastre.