Diariofolk

Con cuatro discos y un DVD en su haber, los BCN Clarinet Players han ido forjando en los últimos años una sólida reputación dentro de un estilo o categoría que ellos mismos han decidido denominar muy acertadamente “música de cámara en expansión”. Y así es, porque su formación no deja de ser camerística a la vez que expande sus creaciones por los más diversos universos musicales.

En Égloga, este cuarteto de clarinetistas surgido de la Banda Municipal de Barcelona ha ampliado su catálogo de experiencias vinculándose al flamenco, pero no a un flamenco cualquiera, sino a un flamenco contemporáneo y experimental, de una factura arriesgada y comprometida. Y lo ha hecho trabajando con dos personalidades con una gran categoría artística: el compositor Enric Palomar y el cantaor Pere Martínez.

Palomar ha escrito unas músicas que rezuman un espíritu jondo sin llegar a ser plenamente flamencas o, mejor dicho, yendo más allá de lo que se considera flamenco, olvidando su ortodoxia y trascendiendo su esencia. Para ello se ha valido de unas letras tan poco comunes como los versos de Garcilaso de la Vega que aparecen en el tema que da título al disco; los fragmentos de la poesía epigráfica nazarí que pueden leerse en las paredes de la Alhambra de Granada, y un homenaje a la primera obra teatral de García Lorca, El maleficio de la mariposa. Y por si fuera poco, ha añadido a este selecto repertorio tres piezas de estricta raigambre tradicional, como El Café de Chinitas, Sevillanas del siglo XVIII y Los reyes de la baraja.

Todo este material, que cabría calificar como insólito, ha sido cantado por uno de los jóvenes valores del flamenco catalán, Pere Martínez, que ya había colaborado en el primer trabajo de los BCP, y como ya es costumbre en él, una vez más ha aceptado complicarse la vida y meterse en una camisa de once varas para salir felizmente airoso de la difícil prueba.