Diariofolk

No ha sido hasta cumplir los cuarenta años que el guitarrista Octavi Saltor ha grabado su primer disco en solitario. Claro está que previamente estuvo muy ocupado tirando adelante el grupo La Porta dels Somnis (La Puerta de los Sueños), así como el dúo Saltors, junto a su hermano, y también produciendo a otros artistas. Pero por fin llegó el momento de Cristalls (Cristales), y ha sabido aprovecharlo.

La guitarra clásica tocada según la técnica fingerpicking suena sola y libre en la docena de temas del CD, en el que aparecen cuatro del propio autor, que van de la rumba con sabor flamenco al ragtime con regusto jazzístico, y  otras siete composiciones que versionan a los Beatles, juntos y por separado (Yesterday, Hey Jude y la adaptación número 3.962.154 de Imagine), a Eric Clapton (Tears for heaven y Wonderful tonight, que a mí me gusta mucho màs), Paul Simon (Bridge over troubled water) y Lluís Llach (Que tinguem sort (Que tengamos suerte)), a las que hay que sumar el archiconocido y tradicional Romance anónimo.

Actualmente son pocos, muy pocos, los músicos del universo pop -entendido en el sentido más amplio del término- que se atreven a editar discos protagonizados por un único instrumento. Pues bien, Octavi Saltor ha asumido tal hazaña con una valentía digna de admiración, que además lo ha consagra como un guitarrista versátil y abierto a las más diversas tendencias.