Diariofolk

En una época en que, desgraciadamente, buena parte del mundo artístico se mueve en el terreno de la ambigüedad más descomprometida, hay que saludar con toda la simpatía la aparición de discos como Convocatòria, el último trabajo del cantautor valenciano Feliu Ventura, con el que pone unos cuantos puntos sobre las íes con la ayuda de unos cuantos colaboradores que aportan diferentes textos que complementan cada una de las composiciones.

Con formato de libro-disco, este trabajo parte de la poesía y de la música para abrirse al mundo como un clamor de libertad. Su contenido, en realidad, no deja de ser profundamente lírico y optimista, pero su mensaje es un grito, o mejor, una llamada a una asamblea reivindicativa contra la injusticia. Con un embalaje de pop anglosajón matizado con unos cuantos aromas mediterráneos, el de Xàtiva construye un pequeño universo en torno a sus poemas, además de tomar prestados un par más, de Pere Quart i Vicent Andrés Estellés, que son vestidos por los productores y músicos Borja Penalva y Pau Chafer, junto a una sección de vientos y un chelo.

Dice el texto promocional que acompaña este cedé que una canción es algo demasiado frágil para exigirle que cambie el mundo, pero que al mismo tiempo no hay revoluciones sin canciones. Una verdad como una casa. Y Feliu Ventura contribuye a hacerla posible respaldado por un montón de firmas, entre las que cabe destacar las de los glossadors mallorquines Mateu Xurí y Maribel Servera, que aportan sus letras, que dejan de ser improvisadas en el momento que son impresas, y las del todavía encarcelado -en el momento que se escribe esta reseña- Jordi Cuixart. Sin olvidar la participación del paisano Pep Gimeno “Botifarra” al final del tema que cierra el disco, Ens guien les estrelles, con unas claras resonancias tradicionales.