Diariofolk

Sabina Witt es otra de esas jóvenes artistas catalanas que se desenvuelven con soltura por los territorios del jazz y alrededores. Pero, a diferencia del resto de sus compañeras, ella lo hace corriendo notables riesgos, realizando saltos mortales sin red y olvidándose de las concesiones a la galería.

Porque así es como hay que definir un disco como Chiquilladas pintorescas, que a pesar de lo que a priori pueda sugerir tal título, no ofrece ninguna chiquillada y en absoluto resulta pintoresco. Al contrario, este CD pretende sumergirnos en el universo del genio francés (1866-1925) Erik Satie, buceando en la obra musical y literaria de este precursor del minimalismo, el expresionismo, la música repetitiva y el teatro del absurdo, como si se tratara de un tesoro no tan añejo -todo sea dicho- que hay que rescatar de las profundidades del océano. Y para ello, la mencionada compositora y cantante cuenta con la ayuda de una tripulación encarnada por un competente quinteto de jazz.

No es nada fácil, por no decir asequible, el contenido de este conjunto de aparentes “Chiquilladas”. Hay que tener el oído bastante educado musicalmente para acercarse a esta obra. No obstante, Sabina y los suyos la defienden con algo así como una decidida soltura academicista, con un apreciable tratamiento instrumental encabezado por el trompetista Natsuko Segao y el guitarrista Joel Moreno, y secundado por el contrabajista Oriol Roca y el batería Santi Colomer.