300 milions mil·lisegons per crear un record
300 milions mi·lisegons per crear un record - Estúpida Erikah 2016
Estúpida Erikah es el curioso nombre que se puso en 2010 una banda de Terrassa que, con el tiempo, se ha visto reducida a un único componente, el guitarrista y cantante Lluís Bòria, quien, para más señas, es un reputado técnico de luces que trabaja con muchos otros solistas y grupos de la escena musical catalana.
Y no menos curioso es el nombre del tercer álbum de la casa, cuya traducción al castellano sería “300 millones de milisegundos para crear un recuerdo”, con el que Bòria se descubre como un cantautor de talante y talento más bien melancólico que se hace acompañar por un cuarteto de cuerda que no ejerce de simple cojín instrumental, sino que en la mayoría de las ocasiones toma todo el protagonismo de la función. Pero cuando el intérprete se queda sólo también puede lucirse, como sucede con El monstre (El monstruo), probablemente la composición mejor resuelta de todo el CD.
En algunos momentos, el repertorio de Bòria adopta aires dylanianos, como ocurre en la canción Cau la nit (Cae la noche), en la que incluso suena una armónica bluesera muy al estilo del señor Zimmerman. Pero en general, el disco discurre por caminos más líricos e intimistas, en una introspección que no deja de sorprender por su capacidad imaginativa y que, de seguir en esta línea, podría augurar en el futuro un prometedor y placentero recorrido.
Tal armonía, no obstante, se rompe de golpe al llegar al último tema, una Col·lisió absolutamente del todo rockera, con sus guitarras eléctricas, su bajo y su batería, estableciendo un -otro- curioso contraste final.